Estos últimos días han sido bastante entretenidos, a ver por dónde empiezo...
La temporada de volleyball se está acabando (básicamente nos quedan dos partidos), y la verdad es que lo voy a echar de menos (no habéis leído mal. Voy a echar de menos un deporte. Lo sé, este país me cambia). El equipo es de lo mejor, los entrenamientos hay que decir que aunque llegue a casa hecha polvo, me rio muchísimo, y lo de animar en los partidos definitivamente me encanta. El espíritu y las ganas que ponen los americanos gritando y cantando para su equipo es único.
Más cosas: el domingo pasado la coordinadora nos llevó a todos los exchange students de la zona de excursión a Bandelier National Monument, unas ruinas en medio de montañas y piedra volcánica de un antiguo pueblo nativo americano.
Nos pegamos un pequeño madrugón de domingo (yo desde que estoy en este continente no duermo) y nos fuimos todos los e.s. de Desert Academy (Maggie y Doria de China, Stephanie, Raphael, Elisa y Marie de Alemania y yo) y Andrea, un estudiante italiano que vive en otra ciudad, hacia Los Álamos, donde recogimos a Edoardo, también italiano y el último que quedaba, y cogimos un bus hasta el parque.
Una vez allí, empezamos la caminata. Sharon (la coordinadora) nos iba explicando todo al principio y luego nos dio vía libre para seguir subiendo por nuestra cuenta. Fue un día genial: sol, mucho caminar y subir y bajar por las "cuevas" (y muchas escaleras), hablamos y nos reímos un montón, comimos arriba del todo con unas vistas impresionantes... y terminamos el día con helado (en realidad no lo terminamos, llegamos a casa sobre las 4 de la tarde. Pero a mí me esperaba un lab report interminable de biología por hacer y prefiero no recordarlo). Me encantó, y tengo muchas ganas de la próxima salida con todos, aprendes muchísimas cosas y sobre todo pasas tiempo con personas geniales (a las que no les hace gracia tu acento porque ellos también tienen. Esto es importante).
La semana siguiente tuvimos la spirit week en el instituto: cada día tenía un tema y tenías que ir vestido según lo que tocara:
Primera prueba de los años de ventaja que nos lleva esta gente: el lunes íbamos en pijama. ESTO TENDRÍA QUE EXISTIR EN ESPAÑA. Nada más que decir.
El martes era el "twin day": te vestías igual que un amigo. Miércoles, "class color day": básicamente cada curso iba de un color. Jueves, "undercover day": disfraces. Y por último, el viernes fue el "spirit day", y todos íbamos con los colores del instituto (y lo que es más importante, hicimos un desayuno de gofres y tortitas antes de clase).
Por la tarde vimos el homecoming game de fútbol (aka soccer) y cuando se acabó fuimos todos los de soccer y los que habíamos ido a animar a comer pizza. Las buenas costumbres americanas.
Y redoble de tambores... llegó el día del Homecoming Dance. Qué decir... sí, es como os lo imagináis. Y sí, fue una pasada, disfruté muchísimo, bailé un montón y me quedé afónica de cantar.
Cuando te pasas la tarde en chapa y pintura |
Nos recogieron a Steffi y a mí, cenamos con amigos en un italiano del centro y nos fuimos al baile. El tema era 007 y estaba todo decorado: globos dorados, blancos y negros por todas partes, velas, flores, una mesa con bebidas, eeeeeeeetc. Curradísimo.
Me pasé 3 horas bailando con todo el mundo (unos 45 minutos con los tacones, que ya fueron demasiado), dando palmas y riéndome. Me encantó, y si esto solo es el principio y de verdad Prom (el baile de fin de curso) es tan espectacular como dice todo el mundo... No sé ya ni qué esperarme, pero les creo. No se lo montan nada mal.
Y se acabó por hoy. Este fin de semana es Halloween y tengo muchíiisimas ganas de contaros cómo lo viven los estadounidenses... ¡Hasta la próxima!