¡Buenas tardes!
Sé que no he escrito desde hace un millón de años, pero por alguna razón ni estaba inspirada, ni me apetecía, así que... ¡lo siento! De ahora en adelante intentaré tener esto más al día.
A estas alturas ya ni me acuerdo de qué quiero contar y qué no, así que básicamente voy a poner unas cuantas fotos de lo que ha sido mi mes de
diciembre y a hablar un poco por encima de todo.
Diciembre empezó con un viaje a Gallup, una ciudad al noroeste de NM que es conocida por la cultura nativoamericana. Se supone que íbamos a ir a la carrrera de globos aerostáticos, un festival parecido al que fuimos en Albuquerque pero más pequeño. El plan era subir en uno, pero la suerte no estaba ese día por la labor, y al final se decidió que el viento no era el mejor para volar en globo. De todas maneras, vimos las danzas nativoamericanas y parte de Gallup, que como la mayoría de ciudades aquí (sobre todo las pequeñas), es muy bonita y muy de película del oeste.


La tarde del viernes antes de la semana de exámenes finales (de la que prefiero no acordarme) tuvimos una especie de evento organizado por el departamento de lenguas del instituto, "Holidays around the world", donde todas las clases de francés, español y chino de Desert cantaban canciones y villancicos en sus respectivas lenguas, cocinaban platos típicos de diferentes países... También habían tiendecitas donde vendíamos adornos y cosillas y pues nada, fue entretenido. Como estoy de ayudante en la clase de Spanish 3, fui y cantamos "Bailando", de Enrique Iglesias. También era una de las master of ceremonies, lo que básicamente significa que presenté todas las canciones de las clases de español. Ah, y me colé en la clase de DP Spanish porque quería cantar "La Bamba" con ellos. Arriba, Lili y yo haciendo las idiotas y mi arte cocinando arroz con leche. Y millones de gracias a mis padres por la caja de turrones, polvores y otras cosas que nos esperaba de sorpresa cuando volvimos a casa.


Y aquí, el outing que tuvimos los estudiantes de intercambio con la coordinadora. Fuimos a Albuquerque y hicimos plan de compras navideñas, museo, pizza y bolos. Y adivinad qué, gané a los bolos (aunque al principio se me daba de pena). Final inesperado.
Y por fin llegaron las vacaciones. Han sido unas Navidades blancas, súper americanas, y he dormido y descansado todo lo que no había podido en 4 meses. Además, mi host sister, Sarah, que está estudiando en la universidad en Washington DC, ha venido a casa durante tres semanas (llegó antes de Navidad, y se va otra vez este sábado), y es majísima y un amor.
Celebré mi cumple unos días antes en casa con unas amigas. Hicimos gofres, vimos una peli, y luego fuimos a casa de Nikki a beber ponche de huevo, hacer el tonto y vestirnos con jerséis navideños feos. Sí, es raro, pero no sé, es una "tradición".
Unos días después pasó la mejor coincidencia posible. La host family de una de de las becadas, Ana de Alicante, a la que quiero UN MONTÓN, resulta que tiene familia en Albuquerque, por lo que iban a pasar una semana aquí. Así que, por supuesto, se vino a Santa Fe y pasamos una noche y el día de mi cumple juntas. Mi host mum nos llevó a todas de sorpresa a hacernos una pedicura, luego volvimos a casa, estuve un rato haciendo el tonto con Ana (y cuantísima falta me hacía hablar en persona con una amiga), y después de que su host family la recogiera, nosotras nos fuimos a cenar a un restaurate español. Casi lloro de la felicidad comiendo paella, crema catalana... jurado. Al volver casa, vimos Monsters University. ¿Qué más se podía pedir?



En Nochebuena fuimos todas a misa con Sharon y después a ver el iluminado navideño de Canyon Road, lleno con los farolitos típicos de New Mexico. Abrimos la mitad de regalos esa noche y la otra mitad la mañana de Navidad (Santa Claus se ha portado muuuy bien). El 25 fuimos a ver la última de Star Wars (Sharon es fan fan fan) y luego hicimos la cena de Navidad en casa con unas amigas de la familia: Debra, Lori y su hijo (Eli, de 4 años, es monísimo y le adoro). Por supuesto, no faltó el Skype con la familia esos días, y tampoco lo de echarlos de menos mucho mucho mucho.
Y para acabar,
Nochevieja. El Skype obligatorio para comerse las
uvas con todos a la
hora española, y luego una fiestecilla que organizaron Sharon y Sarah con sus amigos. Steffi y yo estábamos un poco como quésolasestamos, pero al final hablamos con los amigos de Sarah y nos lo pasamos bien. Y 12 uvas otra vez, porque Stephanie y yo decidimos hacerlo a la española.
 |
Nosotras con la boca llena de uvas y pareciendo ardillas |
 |
¡Feliz año nuevo! |